El pimiento es originario de America Central y fue introducido en España a raíz del descubrimiento de América, el pimiento denominado de piquillo es una variedad singular y autóctona, única dentro de su propio género, que se delimitaba a la zona geográfica de Navarra y otros municipios circundantes donde según dicen alcanza su máxima calidad gustativa. En el suroeste de Navarra, se cultiva el Pimiento del Piquillo de Lodosa, ecotipo de la variedad Piquillo, además de los municipios colindantes (Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Mendavia, San Adrián y Sartaguda). En el pasado solo eran consumidos en dicha zona geográfica y su cultivo se realizaba en exclusiva para consumo propio. El pimiento certificado por la Denominación de Origen Pimiento del Piquillo de Lodosa, ampara la conserva de frutos enteros de las categorías Extra y Primera de la variedad “piquillo”, cultivados y elaborados exclusivamente en los ocho municipios amparados por el Reglamento.
Es a partir de la mitad del siglo pasado cuando el pimiento de piquillo
alcanza gran prestigio, promovido
fundamentalmente por las personas de zonas aledañas que elegían esta zona
geográfica como lugar de veraneo, ya que no solo consumían los productos de la
zona sino que se los llevaban en botes para consumo propio, facilitando así su
divulgación. Los foráneos descubrieron los rojos pimientos y se los llevaban a
sus lugares de origen, ofreciendo a los amigos en comidas y cenas.
De esta manera, muchas personas fueron los que probaron por primera vez
estos pequeños pimientos, empezando la demanda del oro rojo de Navarra. A partir
de entonces se incluyen en la preparación de muchas recetas, así como
guarnición de carnes, en tortilla o fríos, formando parte de una ensalada, ya que
combina muy bien con el atún; como vimos en la entrada anterior de la ensalada
Any o incluidos en la salsa tropicana que realizamos en las patatas papillote.
En los últimos veinte años su producción se ha multiplicado y aproximadamente
se cultivan, los que pertenecen a la Denominación de Origen, unas 141 hectáreas , que
suelen dar algo más de 1.700 toneladas de pimientos del Piquillo.
Su color rojo característico nos da una idea sobre su principal riqueza nutricional,
lo cual es un claro indicador de la
riqueza en carotenos de los pimientos de piquillo, y concretamente los
betacarotenos, estos pueden
transformarse en vitamina A, además son muy ricos también en vitamina C, con
mayor contenido que la naranja, por lo tanto son ricos en antioxidantes. Es una
fuente de fibra soluble y pocas calorías por contener mucha agua y poca grasa.
Ingredientes:
- 8 pimientos del piquillo.
- Una lata de atún en aceite de girasol.
- Una lata de atún al natural.
- Cinco cucharadas de mayonesa.
- Dos cucharadas de Ketchup.
- Unas gotas de zumo de naranja o de coñac.
Elaboración:
Lo primero que debemos hacer es escurrir los pimientos y retirar las posibles semillas que puedan contener, a continuación en un bol pondremos la mayonesa, el keptchup y las gotas de zumo de naranja o de coñac (dependerá si se le van a servir a menores), movemos bien para homogeneizar la mezcla y seguidamente añadimos el atún escurrido y desmigado, mezclamos todo muy bien y procedemos a rellenar los pimientos, una vez rellenos metemos en el frigorífico hasta consumir.
Si se quiere, se pueden confitar los pimientos antes de rellenar en aceite a baja temperatura.
Podemos acompañar con un poco de salsa tropicana que ya elaboramos para las patatas papillote.
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